Sistemas de control realimentados o control
en lazo cerrado:
Un sistema que
mantiene una relación prescrita entre la salida y la entrada de referencia,
comparándolas y usando la diferencia como, se denomina sistema de control realimentado.
Un ejemplo sería el sistema de control de temperatura de una
habitación. Midiendo la temperatura real y comparándola con la temperatura de
referencia (la temperatura deseada), el termostato activa o desactiva el equipo
de calefacción o de enfriamiento para asegurar que la temperatura, de la
habitación se conserve en un nivel cómodo sin considerar las condiciones externas.
Los sistemas
de control realimentados no se limitan a la ingeniería, sino que también se encuentran
en diversos campos ajenos a ella. Por ejemplo, el cuerpo humano es un sistema de
control realimentado muy avanzado tanto la temperatura corporal como la presión
sanguínea se conservan constantes mediante una realimentación fisiológica. De
hecho, la realimentación realiza una función vital: vuelve el cuerpo humano
relativamente insensible a las perturbaciones externas, por lo cual lo habilita
para funcionar en forma adecuada en un ambiente cambiante.
Los sistemas de
control realimentados se denominan también
sistemas de control en lazo cerrado.
En la práctica, los términos control
realimentado y control en lazo cerrado se usan indistintamente.
En un
sistema de control en lazo cerrado, se alimenta al controlador la señal de
error de actuación, que es la diferencia entre la señal de entrada y la señal
de realimentación (que puede ser la señal de salida misma o una función de la
señal de salida y sus derivadas y/o
integrales), a fin de reducir el error y
llevar la salida del sistema a un valor conveniente. El término control en lazo
cerrado siempre implica el uso de una acción de control realimentado para
reducir el error del sistema.
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